Cuando te propones algo en la vida hay que luchar muy duro por alcanzar los sueños y las metas. Esto se ve reflejado en el trabajo constante que se hace. Muchas personas tienen varios sueños, pero en el momento de materializarlos comienzan a posponerlos y a decir: hoy no, pero mañana sí.
Empiezan a sacar excusas: es que yo tengo un hijo pequeño, es que en mi trabajo me exigen demasiado, es que soy esposa, es que tengo más de un hijo, y el “es que” comienza a gobernar tu vida. Cuando se tienen planes hay que esforzarse demasiado, probablemente tendrás que levantarte muy temprano o acostarte muy tarde, y no perder un solo minuto del día. Debería ser así para lograr organizarte y así cumplir todas las metas.
Las personas que tienen trabajo y deben cumplir horario, y paralelamente tienen sueños o algún proyecto o emprendimiento en mente, y quieren sacarlo adelante, solo tienen una única opción: el esfuerzo constante y la disciplina para poder ser buenos en cualquier cosa que se propongan.
Un tip para cumplir los proyectos es hacer cinco cosas diarias puntuales, diferentes a las tareas que hacen normalmente. Esto implica que hay que esforzarse más, y exigirse más, que lo que el nivel promedio de personas hace en su día a día.
Generalmente el nivel promedio de personas tiene en la cabeza que puede hacer solamente una tarea al día bien hecha, pero si te propones hacer, a parte de esa tarea, cinco adicionales más, seguramente vas a sacar tu proyecto más rápido de lo que imaginas. Esto, lo vas a tener que hacer en un horario que no sea laboral; estas tareas adicionales las tienes que cumplir en tus momentos libres, bien sea muy temprano o muy tarde, después de haber atendido tus obligaciones personales, por supuesto, porque la idea no es descuidar ninguna dimensión.
Las personas promedio siempre sacan excusas para todo y creen que es culpa de otras personas, o de otras situaciones, el hecho de que ellos mismos no puedan cumplir sus metas; y no entienden que esas limitaciones van en cada uno, o porque nos las hemos impuesto por pereza o por falta de ímpetu.