Drayke Hardman, un niño de 12 años, se suicidó porque no aguantó tanto acoso en su colegio. Sufrió maltrato físico y psicológico por un compañero. Sus padres publicaron esta fotografía para crear conciencia.
Papás, tenemos la responsabilidad de sentarnos con nuestros hijos las veces que sean necesarias para explicarles que todos somos diferentes, que no es motivo de burla ser bajito o muy alto, ser gordito o ser delgado, tener la piel oscura, o clara.
Hay que repetirles una y otra vez que no tiene nada de malo si alguno lleva al colegio los tenis que no son de marca, y que no pasa nada si alguno no tiene el celular de última tecnología, o lleva el mismo morral todos los años. Y que tampoco hay que discriminar si al niño le gusta el rosado y a la niña le gusta la azul.
Que ellos entiendan esas diferencias así que todo sistema cambie porque el bullying mata. Está en nuestras manos que nuestros hijos crezcan sin burlarse de los demás.