Dios pocas veces se comunica con palabras. Dios se comunica contigo la mayoría de las veces a través de tres formas: el sentimiento, el pensamiento y la experiencia.
Por ejemplo, piensa en cómo te sientes respecto alguna situación, y qué quisieras hacer frente a ello. Eso que estás sintiendo en lo más profundo de tu ser, es Dios hablándote.
Dios también se comunica a través del pensamiento. Eso que piensas sobre algo o sobre alguien es Dios hablándote.
Dios también habla contigo a través de la experiencia. Esas vivencias que te ayudan a crecer o qué por el contrario te aterrizan es Dios hablándote.
Pero, ¿cómo saber si en realidad es Dios quien te habla? Sencillo, tus pensamientos más elevados, tus sentimientos más grandes y tus palabras más puras son Dios; cualquier cosa menos que eso es de otra fuente.