Gloria Echeverry fue una de esas mujeres que parecían haber alcanzado el sueño americano. Presentó noticias en Telemundo, ganó premios internacionales, y su carrera como periodista brillaba tanto como las luces del set. Pero mientras su nombre aparecía en los créditos y las cámaras la enfocaban, su alma pedía otra cosa.
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“Yo hablaba de tragedias, muertes y violencia, pero sabía que había más gente buena que mala en el mundo… quería hablar de lo bueno”, cuenta en el nuevo episodio de Detrás del Like con Paula Castillo Lenis.
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Hoy, Gloria es reconocida como guía angelical y maestra espiritual. Su historia parece escrita con la tinta invisible de los milagros: desde cómo los ángeles le consiguieron el trabajo en Telemundo, hasta el vestido exacto —rojo, largo y barato— que apareció “por arte divina” el día de su casting.
Su camino no empezó en una cabina de televisión, sino en su infancia. Su padre, discípulo de la escuela de Maharishi, meditaba, levitaba y veía más allá de lo evidente. En ese entorno, Gloria creció rodeada de libros y de curiosidad por lo invisible. Con el tiempo, comprendió que su verdadera vocación no era informar desde los medios, sino comunicar desde la conciencia.
Un mensaje que cambió su vida
Después de ganar un premio Emmy, Gloria no sintió nada. Ni alegría, ni plenitud. Días después escribió un artículo titulado “Estás embarazada y no sabes qué hacer. Aborta”, que en realidad invitaba a “abortar la idea de matar”. El texto salvó una vida: una joven que lo encontró en Google decidió no abortar.
“Ahí entendí que la plataforma más grande que necesitaba eran mis propios pies”, recuerda. Ese momento marcó el inicio de su misión como mensajera de los ángeles.
El lenguaje del cielo
Gloria asegura que los ángeles se comunican con ella a través de luces, pensamientos, colores y sensaciones. “No aparecen con alas, son energía. A veces una luz roja me advierte peligro, otras veces una voz me despierta y me dice cosas tan precisas como ‘te falta plata’”, dice entre risas. Su historia más viral fue la del robo que terminó en un abrazo: un trabajador le robó dinero y, en vez de enfrentarlo con rabia, lo invitó a hablar, lo perdonó y terminó dándole una terapia. “Si ves a Jesús en cada persona, hasta en quien te hiere, todo cambia”, explica.
Cuando los ángeles hablan, hay esperanza
Una de sus experiencias más impactantes ocurrió en un café en Bogotá. Escuchó que debía advertir a un joven desconocido, Andrés Harker, que debía ir al oftalmólogo. Horas después, él la llamó: le habían detectado cáncer en el ojo. “Cuando los ángeles me dan un mensaje sobre una enfermedad, es porque hay cura”, asegura.
De la oscuridad a la luz
No todo en su camino ha sido luminoso. Gloria también ha vivido experiencias duras, incluso ataques energéticos y encuentros con fuerzas oscuras. Sin embargo, afirma que la luz siempre vence. “Jesús es mi escudo, y los ángeles me enseñaron que la intención es más poderosa que la forma”, dice con serenidad.
En este episodio, Gloria comparte algo más que anécdotas místicas: entrega una lección sobre fe, propósito y energía. “No pongas tu fortaleza en tus capacidades, porque pueden fluctuar; ponla en tu intención. La intención nunca cambia”, dice. Y ese consejo resume la esencia de su tránsito del periodismo terrenal a la comunicación celestial.
