¿Qué lleva a un médico de urgencias, apasionado por su carrera, a dejarlo todo para dedicarse a un negocio que muchos consideran polémico? En el nuevo episodio de Detrás del Like, Danny Cardona comparte cómo pasó de atender pacientes en una de las unidades de reanimación más grandes del país, a liderar una comunidad de bienestar con ingresos mensuales que superan los 20 millones de pesos.
Pero esta historia no va de Herbalife como marca. Va del poder de las decisiones, del propósito y de cómo reconstruirse desde el fondo.
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El punto de quiebre: frustración, deudas y sobrepeso
Danny trabajó por 10 años como médico general. Amaba la reanimación, pero la imposibilidad de acceder a una especialización, el sistema hospitalario desgastante y las jornadas extenuantes lo llevaron al límite. Decidió buscar un nuevo rumbo y viajó a Australia a estudiar inglés con la esperanza de especializarse. El plan no resultó. Terminó endeudado, con problemas de salud, pesando casi 100 kg y obligado a regresar a Colombia con las manos vacías.
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Lo que parecía una derrota fue el comienzo de un cambio radical.
Una propuesta inesperada: “Si quiere salir conmigo, tómese los batidos”
En Colombia, Danny conoció a Andre, su hoy esposa. Ella lo introdujo al mundo del bienestar y los productos Herbalife. Al principio, Danny se burlaba. Como él mismo cuenta: “Yo era el típico que le decía a un colega ‘Diego Herbalife’, riéndome de su supuesto negocio”. Pero ante la insistencia de Andre y sin alternativas claras, empezó a probar los productos “por ganar puntos” con ella.
Para su sorpresa, bajó más de 12 kg en tres meses, dejó de fumar, mejoró su digestión y recuperó su energía. Lo que empezó como una relación con condiciones, se convirtió en un proceso de transformación personal.
El negocio detrás del batido
La revelación no llegó con el producto, sino con una venta accidental. Una amiga le preguntó qué estaba haciendo para verse mejor y le compró todo el paquete Herbalife sin que él lo ofreciera activamente. Esa venta de $900.000 pesos le dejó una ganancia de $450.000, más de lo que ganaba tras 24 horas de turno médico.
“Ahí entendí que necesitaba aprender cómo funcionaba esto”, dice. Así comenzó a estudiar ventas, liderazgo, mentalidad emprendedora y, más adelante, incluso hizo una maestría en nutrición.
Renunciar y volver: la primera caída
Con el impulso inicial, Danny renunció a su trabajo como médico para dedicarse 100% al negocio. Error. Sin mentalidad empresarial ni ingresos sólidos, vivió momentos críticos donde “no alcanzaba para el arriendo ni para comer”. Un mentora le dio un consejo que cambiaría su rumbo: volver a emplearse, seguir construyendo su negocio en paralelo y fortalecer su mentalidad.
Dios, disciplina y una decisión definitiva
Ya con más estructura, fe y hábitos, Danny enfrentó un nuevo punto de quiebre cuando lo despidieron de la clínica. Sin plan B, decidió tomar el negocio en serio como nunca antes. Junto a su esposa, aplicaron rutinas, crearon comunidad, ofrecieron retos de bienestar con enfoque educativo y empezaron a generar ingresos que superaban los 18 millones mensuales.
Hoy, Danny y Andre lideran un equipo, educan sobre alimentación consciente y mantienen su presencia en redes sociales como una pareja real, imperfecta y comprometida.
Más que batidos: una cruzada por la conciencia alimentaria
Para Danny, el error más común de quienes intentan cambiar sus hábitos es tener una mala relación con la comida. “Comer bien no debería ser una tortura. Hay que dejar de ver los alimentos como enemigos y aprender a alimentarnos con conciencia”.
Desde su maestría, su enfoque ha sido claro: enseñar a comer, no solo vender productos. Sus hijos, por ejemplo, deciden cuándo están saciados, comen con autonomía y rechazan el azúcar sin que nadie los obligue.
Del rechazo a la convicción: cuando Herbalife era “la novia fea”
“Al principio yo ocultaba que estaba en Herbalife. Era como salir con la novia fea y decir que solo son amigos”, confiesa Danny entre risas. Hoy no solo lo dice con orgullo, sino que ha demostrado que detrás de la burla hay una historia de superación, formación y visión empresarial.
¿Y si no hubiera pasado nada de esto?
“Probablemente habría estado en urgencias durante la pandemia, tal vez no estaría vivo”, reflexiona Danny. “Esta decisión me salvó la vida, salvó mi familia y me permitió ayudar a otros a cambiar la suya.”