Cuando Andreina Maestre llegó a Colombia desde Venezuela, no imaginaba que el único dinero que tenía —50 mil pesos— sería el punto de partida de una marca que hoy lidera en desayunos y detalles sorpresa: Ofelia Cakes. Tampoco imaginaba que su mayor capital no sería económico, sino emocional: la intuición, la perseverancia, la resiliencia y un amor desbordado por lo que hace.
Escucha el episodio completo en YouTube.
En su conversación íntima y poderosa con Detrás del Like, Andreina cuenta cómo transformó su hobby pastelero en un negocio rentable sin formación académica, sin dinero y sin red de apoyo local. “Nadie me compraba por compasión, ni por ser mi amiga. Yo no conocía a nadie en Bogotá. La única forma de llegar a alguien era con redes sociales”, afirma. Así comenzó en Instagram y en grupos segmentados de Facebook, donde ofrecía sus cupcakes como una emprendedora más… pero con una diferencia: no tenía plan B. Solo plan A, y hacerlo funcionar.
El marketing de la verdad
Andreina apostó por lo empírico, por el ensayo y error, por la conexión honesta. Su historia muestra el valor de lo auténtico en la era digital: no hay estrategia de ventas más poderosa que la vulnerabilidad bien contada. “Lloré, fallé, me sentí fracasada muchas veces… pero seguí haciendo lo que amaba”, recuerda.
Escucha el episodio completo en Spotify.
Durante la pandemia, cuando su esposo quedó desempleado y tenía una bebé de seis meses, pasó de tortas a desayunos sorpresa. Subió una foto en Instagram y al día siguiente tenía diez mensajes de pedido. “Ahí fue. Dios me mostró que ese era el camino”, dice. En menos de tres meses, pasó de 30 pedidos al mes a más de 200.
Hoy, con un equipo de siete personas, más de 110 mil seguidores en Instagram y un negocio estructurado que se mantiene aún sin su presencia física, Andreina es referente de empoderamiento emprendedor. ¿Su secreto? Delegar, estudiar, reinventarse, y tener claros sus límites: “Trabajo de 8:30 a 2:00. Después soy mamá. Ese es el mayor pago que me ha dado este sueño: el tiempo libre con mi hija”.
Crear contenido sin perder la paz
En un entorno saturado de fórmulas de marketing, Andreina optó por la autenticidad radical. «Me enfermé siguiendo las reglas de los gurús», confiesa. Decidió romper el molde y publicar a su ritmo, lo que realmente le nacía. Paradójicamente, fue justo ahí cuando sus contenidos empezaron a viralizarse, especialmente en TikTok.
Con millones de visualizaciones, una comunidad sólida y cursos digitales en marcha, su historia es prueba de que el marketing emocional —ese que conecta desde lo humano— sigue siendo el más efectivo. “Estoy enseñando el ADN de Ofelia Cakes”, asegura, refiriéndose al curso donde comparte cada proceso de su empresa, desde el tono de los mensajes hasta la logística de entrega.
Claves que deja esta historia para otros emprendedores
- No tener plan B te obliga a hacer que el plan A funcione.
- Las redes sociales no requieren dinero al inicio, sino intuición y constancia.
- Tu historia de lucha y verdad es tu mejor activo de marca.
- Delegar no es soltar el control, es multiplicar tu tiempo.
- La paz mental está por encima de los likes.
- Invertir en formación te da libertad y autoridad.
- El crecimiento viene del caos si se sabe escuchar el corazón.
Andreina Maestre no solo horneó tortas. Horneó una marca, una comunidad, una vida nueva. Y nos deja una enseñanza contundente: en el mundo digital, lo que no se hace con alma, no perdura.