En un mundo digital donde muchos hablan de emprender, pero pocos sobreviven al primer año, Natalia Zerda lo ha hecho no una, sino tres veces. Fundadora de Naez Internacional, la empresa que conecta talento tecnológico latinoamericano con gigantes como Disney o Google, Natalia es un ejemplo de cómo un propósito claro, mucha resiliencia y cero miedo a reinventarse pueden cambiarlo todo.
La historia de esta ingeniera industrial comienza con una decisión rebelde: no quería jefes, tacones, ni oficina. Quería libertad. Después de un voluntariado en Israel y un breve paso por el mundo corporativo, descubrió en el universo del outsourcing tecnológico su verdadera pasión: ser el puente entre talento y oportunidades globales. “Yo creo firmemente en el talento colombiano. Siempre me imaginaba a nuestros chicos trabajando en Silicon Valley”, dice.
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Pero nada fue fácil. Su primer gran aprendizaje: los socios se eligen como a las parejas. “Cuando hay plata, todo cambia”, recuerda entre risas. Luego vino el segundo golpe: sus socios técnicos no valoraban su rol comercial. “Creían que vender no era importante, y me terminaron comprando mi parte. Me dolió, pero aprendí muchísimo”.
Fue entonces cuando nació Naez Internacional, una empresa que ella define como americana con operaciones en Latinoamérica, una diferencia de enfoque que cambió su posicionamiento por completo. “Empezamos a actuar como una empresa local en EE.UU., no como una colombiana exportando servicios. Eso lo cambia todo”.
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Humanizar lo digital
En un entorno donde la automatización y los procesos fríos reinan, Natalia y su equipo se enfocaron en algo tan simple como poderoso: ponerle alma al reclutamiento y a las ventas. “Nosotros hemos humanizado dos procesos clave: el reclutamiento y la venta. En ambos, lo más importante es la relación. Y eso no lo reemplaza ningún bot.”
Según Natalia, la clave está en entender que somos una empresa de personas para personas. Por eso, más allá de la hoja de vida perfecta, buscan perfiles auténticos. “Uno no quiere escuchar que eres ‘muy puntual’ o ‘muy perfeccionista’. Quiero saber que estás mejorando tu inglés y cómo lo estás haciendo. Esa es la diferencia entre alguien que sueña y alguien que actúa.”
De Shark Tank al éxito
Su aparición en Shark Tank Colombia, en una edición especial de WeWork, fue un punto de inflexión. No solo ganó el patrocinio del programa, también recibió una frase que jamás olvidará: “Tienes actitud crack.”
“No lo podía creer. Me lo dijeron a mí. Me sentí top”, confiesa. Gracias a esa exposición, su empresa despegó aún más y logró abrir sedes en Panamá y EE.UU., expandiéndose a toda América Latina. Hoy, Nades contrata talento desde México hasta República Dominicana.
De CEO a recreacionista
Pero si algo demuestra la historia de Natalia es que una mujer real puede tener múltiples facetas. En plena pandemia y en medio de una fuerte crisis emocional por despidos masivos, encontró en el Kangoo Jump su salvavidas. “Me sentía una loca en la terraza, saltando con música a todo volumen. Me cambió la vida.” De ahí nació Bonnie House, su otra empresa, con dos estudios en Bogotá y una comunidad de más de 2.000 mujeres.
“Yo soy una recreacionista”, dice sin miedo. Y ese es su diferencial: “no tengo el cuerpo de gimnasio, no me dedico 4 horas al día a entrenar, pero soy real. Y por eso conecto.” Hoy, todas sus instructoras son mujeres comunes: abogadas, contadoras, mamás que, después del trabajo, se ponen las botas y saltan. Literalmente.
Tres consejos de oro para emprender (y no morir en el intento)
- Cree en un poder superior: “A veces solo decir ‘que se haga tu voluntad’ me da paz”.
- La disciplina supera a la motivación: “La motivación va y viene. La disciplina te lleva donde la motivación no alcanza”.
- Créete el cuento: “Si no te lo crees tú, nadie lo va a hacer por ti”.