¿Por qué le caemos mal a las personas?

Seguramente, alguna vez en tu vida te has preguntado por qué le caes mal a alguien. O también te habrás preguntado por qué no caes muy bien en algún grupo de personas que frecuentas, puede ser de familiares, amigos o conocidos.

Si en alguna oportunidad has hecho alguna de estas cosas, esta podría ser la razón:

  1. Con solo lanzar una crítica contra alguien más, que no se encuentre en ese grupo ya es suficiente.

La crítica es muy peligrosa porque hiere el sentimiento de orgullo de la otra persona y lastima su sentido de la importancia. Si piensas que con criticar a alguien se va a generar algún tipo de cambio duradero, estás equivocado. Lo que se generan son grandes resentimientos. Y por ende caes mal, porque hacemos sentir a los otros como si tuviéramos la verdad absoluta de todo, lo cual es FALSO.

Cuando lanzas algún comentario desafortunado en contra de alguien generas irritabilidad. Las demás personas que están a tu alrededor percibirán esto y es en ese momento que comienzas a provocar rechazo en los demás.

  • No hay nada peor que regañar en público

Se alaba en público y se regaña en privado. Esto es algo que debes aprender sobre todo cuando compartes con diversas personas en todo tipo de entornos. Aplica cuando reprendes a tus hijos, a tu esposo o esposa, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, etc.

Si deseas decirle a alguien que algo no está bien será mejor que lo hagas en intimidad, en donde solo te encuentres con esa persona, y ya. En el momento en el que decides hacer quedar mal a alguien delante de otros romperás un lazo de confianza y de respeto.

En cambio, si alguien hizo algo bueno, o que por lo menos a ti te gustó, manifiéstalo con euforia delante de otros. No solo harás sentir estupendo a la otra persona, sino que además ese gesto hablará muy bien de ti, pues serás percibido como alguien que no escatima en apreciaciones positivas y eso demostrará seguridad en ti mismo y un gran don de gente.

  • No juzgues

Sencillamente no somos nadie para juzgar al otro. Más bien pongámonos en los zapatos de las otras personas y pensemos por qué hacen ciertas cosas, por qué se comportan de determinada manera o por qué se expresan de tal forma.

No siempre estamos de acuerdo con algunos comportamientos y actitudes, pero siempre piensa qué motiva a alguien para responder de cierta manera. O piensa por qué hace ciertas acciones. Tal vez, a nuestro juicio algo que otra persona haga no está bien visto, pero si te pones en sus zapatos le estarás dando tanto valor a esa persona, que los demás se darán cuenta y no tendrán otro remedio que comportarse a tu altura y eso generará a la larga más empatía. Si juzgas y cuestionas a tu par, dejarás en el ambiente algo de tensión y eso jugará en tu contra. Recuerda, si nada positivo puede salir de tu boca, será mejor que te quedes callado.

En cualquiera de estos casos, la crítica no te lleva a nada bueno. El alimento para nuestra propia estima, es una palabra sincera que venga de otro. Si quieres caer bien, no critiques, no juzgues, no regañes en público. En cambio, sé muy caluroso con tus aprobaciones y tus buenos comentarios. Deja de hacer esto y escríbeme cómo te va en un tiempo.

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